El vocablo Veda proviene de un término indoeuropeo del cual también se origina nuestra palabra española «verdad». El saber eterno y por tanto divino. Esta verdad queda reflejada en los textos denominados Puranas «plenitud divina», una colección de textos religiosos dentro del marco del hinduismo.
Veamos ahora con qué gran acierto los Rishis (videntes) de la sabiduría Ario-Védica acertaron en sus predicciones escritas hace 6.000-4000 años sobre los inicios y fines de ciclos de la vida, sobre muerte y resurrección, es decir, con el dualismo de la tradición primordial.
Es curioso observar la enorme exactitud de las palabras contenidas en los textos de los distintos Puranas respecto a la Edad Sombría, el Kali Yuga y nuestra actualidad; los tiempos aún presentes que han ido contra el orden natural y que están llegando a su crepúsculo después haber quemado su ciclo astral (periodo Kali-Yuga, 432.000 años)
Podemos abrir los ojos sin ser videntes y acertar en cómo este mundo actual impera el materialismo y el menosprecio. Está lleno de conflictos e hipocresía y casi no existe honestidad ni misericordia. La gente de todo el mundo está agobiada por diferentes sufrimientos y miserias. Reinan las discordias entre personas y países. La humanidad está acosada por grandes conflictos, epidemias, guerras, drogadicción, desastres ecológicos, crímenes y corrupciones políticas.
La degradación de los valores espirituales y la disminución de la religiosidad y los valores morales y éticos, constituyen un lamentable escenario del mundo contemporáneo, donde cunden muchas desigualdades e injusticia social, sin que la gente se interese por la trascendencia ni los valores eternos del ser. El ciclo que precede al cataclismo, al fin de nuestros tiempos como especie humana está marcado por los desórdenes; que son los signos anunciadores de su final. El dios Shiva, encargado de esta destrucción, no puede destruir más que las sociedades que se han alejado de su papel y han quebrantado la ley natural como especie: la esencia de su alma.
Según la teoría de los ciclos que regulan la evolución del mundo, la Rueda de la Existencia, nos aproximamos hoy en día al final del Kali-Yuga, la Edad de los conflictos, de las guerras, de los genocidios, de las malversaciones, de los sistemas filosóficos y sociales aberrantes, del desarrollo maléfico del saber que cae en manos irresponsables. Las razas, las castas se mezclan. Todo tiende a nivelarse y este conjunto, en todos los ámbitos, es el preludio de la muerte. Este fenómeno de aceleración es uno de los signos de la catástrofe que se aproxima.
Acontecimientos que marcarán en esencia la llegada del sombrío periodo del Kali-Yuga, y su similitud con nuestra era actual.
Las predicciones sobre lo que ocurrirá en el mundo a medida que avanza la degradación de la era actual de Kali-Yuga se explican en el doceavo Canto del Bhagavat Purana. Vyasadeva predijo cómo iba a desarrollarse esta era y cuáles serían los trastornos que la gente iba a enfrentar.
-“Son los más bajos instintos los que estimulan a los hombres del Kali-Yuga. Ellos eligen preferentemente ideas falsas, no dudan en perseguir a los sabios. El deseo les atormenta por encima de cualquier otra cosa. La desgana, la enfermedad, el hambre, el miedo se extiende por doquier como una plaga. Las personas tienen miedo ya que descuidan las reglas enseñadas por los sabios y no efectúan ya más los ritos correctamente.
Las clases obreras quieren atribuirse el poder real y compartir el saber, la comida y los lechos de los antiguos príncipes. La mayor parte de los nuevos jefes es de origen obrero. Ellos perseguirán a los sacerdotes y a los que tengan sabiduría, instaurarán las suyas propias y las harán públicas. Estos dirigentes confiscarán la propiedad y harán de ella un mal uso. Los obreros pretenderán comportarse como sabios y los sacerdotes como obreros. Ellos mismos dejarán de proteger al pueblo. Estos jefes de estado no protegerán ya más al pueblo sino que, por medio de los impuestos, se apropiarán de todas las riquezas. Por estas medidas muchos se vestirán de harapos, estarán sin trabajo, dormirán en el suelo, viviendo como miserables. Por la falta de poderes públicos muchos niños morirán, algunos tendrán el pelo blanco ya a los doce años.
Muchas serán las mujeres que tendrán relaciones con varios hombres. Se harán independientes y buscarán bellos varones. Ellas se adornarán con peinados extravagantes y dejarán a un marido sin recursos por un hombre rico. Serán delgadas, golosas, apegadas al placer. Producirán demasiados hijos pero serán poco respetadas. No se interesarán más que en ellas mismas, serán egoístas, sus palabras serán desleales y engañosas. Mujeres de alto linaje se entregarán a los deseos de los hombres más soeces y practicarán actos obscenos. Las chicas jóvenes comerciarán con su virginidad. Las violaciones serán frecuentes por individuos infieles, lujuriosos, viles y temerarios. Nacerán muchos niños cuya esperanza de vida no superará los dieciséis años. Raras serán las personas que vivirán cien años. Se matará a los fetos en el vientre de su madre y se asesinará a los héroes por envidia de haber nacido.
Los ladrones llegarán a reyes, los reyes serán ladrones. Los ladrones robarán a los ladrones. Hombres viles que habrán adquirido un cierto saber, sin tener las virtudes necesarias para su uso, serán honrados como sabios. Hombres que no poseen las virtudes de los guerreros llegarán a ser reyes. Habrá sabios que estarán al servicio de hombres mediocres, vanidosos y rencorosos.
Estos hombres no querrán más que ganar dinero, los más ricos serán los que arrebaten el poder. El hombre se hará materialista, se considera adulto y completo, preocupándose generalmente hasta su muerte por el bienestar económico y el disfrute sensorial, tan sólo adquiriendo y gastando, uno tras otro, toda clase de bienes para su comodidad corporal (dinero, descendientes, fuerzas vitales, conocimientos, enseres y parafernalias), sin que esas transacciones afecten lo que él llama su “yo”, que casi siempre suele identificar con un falsa personalidad. Aquellos que posean muchos elefantes, caballos y carros serán reyes. Las personas sin recursos serán sus esclavos, aglutinándose en cobijos minúsculos.
Los sacerdotes se corromperán al vender los sacramentos. Personas de baja casta llevarán un hábito religioso y, por su comportamiento mentiroso, se harán respetar. Habrá muchas personas desplazadas, errando de un país a otro. Aventureros tomarán la apariencia de monjes con la cabeza afeitada, vestimentas naranja, y rosarios alrededor del cuello.
Los hombres de bien renunciaran a tener un papel activo. Las personas se volverán inactivas, letárgicas y sin objetivo. Los libros sagrados se venderán en las esquinas de las calles. En estos tiempos la vía trazada por los textos sagrados desaparecerá. Las personas creerán en teorías ilusorias. Los libros sagrados ya no se respetarán. Los hombres no tendrán moral, y serán irritables y sectarios. Se extenderán las falsas doctrinas y los escritos engañosos. Las personas aceptarán como artículos de fe las teorías promulgadas por cualquiera. Algunos alcanzaran la sabiduría en poco tiempo, porque los méritos adquiridos en un año podrán ser obtenidos en un día. Se venerarán los falsos dioses en los falsos templos, en los cuales se decretarán arbitrariamente ayunos, peregrinajes, penitencias, donación de bienes, austeridades en el nombre de pretendidas religiones.
La tierra producirá mucho en algunos lugares y demasiado poco en otros. Habrá graves sequías. Las diferentes regiones de los países se opondrán unas a las otras, no habrá consenso. Los conflictos no cesarán y las guerras abundarán. Muchos perecerán.
El dios de las nubes será incoherente con la distribución de lluvias. Los comerciantes harán operaciones deshonestas. Ellos estarán rodeados de falsos filósofos pretenciosos, habrá muchos mendigos y parados. El agua escaseará y los frutos serán poco abundantes. Aquellos que deberían asegurar la protección de los ciudadanos no lo harán y grupos de bandidos se organizarán en las ciudades y en el campo. Se robarán las reservas de trigo.
Todo el mundo empleará palabras duras y groseras. No se podrá confiar en nadie. Las personas serán envidiosas y nadie querrá ser recíproco con un servicio recibido. Las personas tomarán el alimento sin haberse lavado. Comida ya cocinada será puesta en venta. No venerarán ni el fuego doméstico ni a los huéspedes.
Ya no habrá más reyes. Las enfermedades, las ratas y las substancias nocivas les atormentarán. Personas afligidas por el hambre y el miedo se refugiarán en los «refugios subterráneos» Las personas aún en la tierra masacrarán a las mujeres, a los niños, a los animales y se matarán unos a otros. La estabilidad y el equilibrio de las castas de la sociedad y de las edades de la vida desaparecerán de todas partes. Las personas del Kali-Yuga pretenderán ignorar las diferencias de razas y el carácter sagrado del matrimonio que asegura la continuidad de una raza.
La degradación de las virtudes y la censura de los puritanos hipócritas y moralizantes caracterizarán el periodo del fin de Kali-Yuga. Un periodo sombrío, una edad de hierro donde las máquinas y armas de hierro toman principal importancia, recibiendo más respeto que la misma vida del hombre.
-“En Kali-yuga, la duración de la vida se acorta no tanto por la insuficiencia de alimentos, sino por los hábitos irregulares. Cualquier hombre puede conservar su salud si observa hábitos regulares y si se alimenta con comidas sencillas. El comer en exceso, el abusar de la complacencia de los sentidos, el depender excesivamente de la misericordia de otro, y las normas artificiales de vida, menoscaban la vitalidad misma de la energía humana. Por consiguiente, la duración de la vida se acorta.
La gente de esta era es además muy perezosa, no sólo materialmente, sino también en lo referente a la autorrealización. La vida humana tiene especialmente por objeto la autorrealización. Es decir, el hombre debe llegar a saber qué es él, qué es el mundo y qué es la verdad suprema. La vida humana es un medio por el cual la entidad viviente puede terminar con todos los sufrimientos que ocasiona la ardua lucha por la vida en la existencia material, y es también un medio por el cual la entidad viviente puede regresar a Dios, a su hogar eterno. Pero, debido a un mal sistema de educación, los hombres no tienen ningún deseo de lograr la autorrealización. Incluso si llegan a saber de ella, desafortunadamente se vuelven víctimas de maestros mal orientados.
En esta era, los hombres son víctimas no sólo de diferentes creencias políticas y partidos políticos, sino también de muchos tipos diferentes de diversiones para complacer los sentidos, tales como los cines, los deportes, los juegos de azar, los clubes, las bibliotecas mundanas, las malas compañías, el fumar, el beber, engaños, hurtos, riñas, y demás cosas por el estilo. Sus mentes están siempre perturbadas y llenas de ansiedades, debido a sus muchas y diferentes ocupaciones.
En esta era, muchos hombres inescrupulosos fabrican sus propias creencias religiosas que no están basadas en ninguna Escritura revelada, y con mucha frecuencia, la gente que está adicta a la complacencia de los sentidos es atraída por esas instituciones. A causa de esto, en el nombre de la religión se están realizando tantos actos pecaminosos, que la generalidad de la gente no tiene ni paz mental ni salud física. Las comunidades estudiantiles se han dejado de mantener.
En el Kali-yuga, toda la atmósfera está sobrecargada de falta de fe. Los hombres han dejado de estar interesados en los valores espirituales. La complacencia material de los sentidos es ahora la pauta de la civilización. Para poder mantener esa clase de civilizaciones materiales, el hombre ha formado complejas naciones y comunidades, y entre estos diferentes grupos existe una tensión constante de guerras frías y calientes. Por lo tanto, se ha vuelto muy difícil elevar el nivel espiritual, debido a los desvirtuados valores actuales de la sociedad humana”-
Las características negativas de Kali-yuga se expresan con mayor detalle en el Srimad Bhagavatam, uno de los más antiguos textos sagrados y considerado como el de mayor expansión hacía las culturas de todo el mundo.
El Bhagavat Purana esta dentro de la tradición oral védica y su enfoque primordial es el cultivo, desarrollo y ofrenda de la devoción a la Suprema Personalidad de Dios. Este libro se manifestó de la meditación del gran sabio Vyasadeva, quien compiló todos los vedas, y que por aquel entonces estos libros que se transmitían por tradición oral. El gran sabio percibió que la capacidad de recordar de los seres humanos cada vez era menor, entonces decidió poner esta sabiduría por escrito (Puranas)
El Bhagavat Purana es el fruto maduro de los vedas, donde el recolecto es la esencia pura de toda su sabiduría. Destacamos este Purana porque es en el principio de sus páginas donde se expresan la enorme preocupación de los sabios ante la llegada del periodo sombrío de Kali-Yuga. Diciendo lo siguiente.Al principio de Kali-yuga (la era de guerra e hipocresía), numerosos sabios de esencia pura se reunieron en el titánico bosque sagrado de nombre Naimisaranya, para meditar en el modo de salvar al mundo de los efectos de la presente era Kali-Yuga. Esta era de sombras crea tal cantidad de malentendidos que se ven forzados a discutir hasta con sus propias mentes y almas.
Alcanzar la salvación de Kali-Yuga mediante la recitación del Bhagavat Purana. (Conocimiento del Dios Supremo)
En ese momento se presento allí Suta, también conocido como Ugrásravas, sabio y heraldo real, cuyo principal trabajo era proclamar los actos heroicos del rey y de sus antecesores, sabiendo de memoria porciones de los poemas épicos y antiguas baladas. Su padre fue discípulo de Vyasadeva y gracias a ello, fue inculcado con aprender a la exactitud todos estos poemas sagrados.
Los sabios allí presentes mostraron su respeto hacia él y le hicieron toda clase de preguntas:
- “Respetado Suta, tú estás completamente libre de todo mal. Eres versado en todas las escrituras reveladas, así como también en los Puranas y las historias, por haberlos estudiado minuciosamente bajo la guía adecuada y por haberlos explicado. ¡Oh, Suta! Por ser también el conocedor de los Vedas de mayor edad, estás familiarizado con los escritos de la encarnación de Dios, y conoces a otros sabios versados en el conocimiento físico y metafísico. Porque eres sumiso, tus maestros espirituales te han concedido la gracia que se otorga a un discípulo sencillo y, por lo tanto, puedes contarnos lo que has aprendido científicamente de ellos. Explica, por favor, de un modo fácil de entender cuál es el mayor y más absoluto bien para la humanidad”-
-“¡Oh, sabio!, en esta era de hierro, los hombres tienen una vida corta, son pendencieros y perezosos, están mal dirigidos, son desafortunados y, sobre todo, están siempre perturbados. Existen muchas escrituras diferentes y en todas ellas se prescriben multitud de deberes que solo es posible aprender tras muchos años de estudio. Por consiguiente, selecciona la esencia de esas escrituras para el bien de todos los seres vivientes, de modo que, mediante esas instrucciones, sus corazones queden completamente satisfechos”
-“¡Oh, sabio!, en esta era de Kali-Yuga, la era de hierro, los hombres no tienen sino una vida corta; son pendencieros, perezosos, mal dirigidos, desafortunados y, sobre todo, siempre están perturbados”-
-“¿Qué debemos hacer ahora que se aproxima Kali-Yuga? ¿Cómo pueden las almas ser felices?¿Qué proceso deben seguir para contentar el alma las personas menos inteligentes que tienen poco tiempo, una corta duración de vida y multitud de dificultades y sufrimientos? Eres un gran sabio. Nosotros creemos en ti. Sabemos que no hay nada que pueda salvar a las personas de Kali-yuga aparte de los sumamente dulces y poderosos pasatiempos del Dios Supremo.
Los sabios del bosque Naimisaranya estaban seguros de que Suta era genuino. Por lo tanto, estaban ansiosos de oírlo hablar y le pidieron que les explicara de una de una manera fácilmente comprensible, lo que sabía acerca del absoluto y del máximo bien para la gente en general.
Suta se alegró mucho al escuchar a los sabios, les agradeció sus palabras y, en respuesta a sus preguntas; habló el Bhagavat Purana.